La presión es una constante en la vida de cualquier atleta, pero lo que distingue a los deportistas de élite es su capacidad para transformar ese nerviosismo en una fuente de energía que los mantiene concentrados en la prueba que deben realizar.

Manejar la presión es crucial no solo para el rendimiento, sino también para el bienestar mental y emocional. En este artículo, exploraremos algunas técnicas acerca de como podemos convertir la presión en combustible para alcanzar tus mejores marcas. El objetivo es adaptar estas estrategias y aplicarlas en nuestros entrenamientos, pruebas o carreras amateur.

El nerviosismo es algo que todos hemos experimentado antes de una carrera, un examen, una entrevista de trabajo o una situación importante. Estas circunstancias nos generan presión, lo que se traduce en un estado de nerviosismo completamente normal. Sin embargo, la forma en que nuestro cuerpo reacciona al nerviosismo a veces puede afectar negativamente nuestro rendimiento.

No existe una herramienta que funcione en todas las situaciones, por lo tanto, una estrategia eficaz es desarrollar varias herramientas que puedas aplicar en los momentos que te generen estrés. Aquí te presentamos algunas de ellas.

Apaga la Alarma

El nerviosismo suele estar presente antes de comenzar una carrera; basta con observar la fila en los baños previos a la salida. Esto mismo puede ocurrirte antes de un examen o una presentación. Generalmente, una vez que la prueba comienza, los nervios disminuyen drásticamente o desaparecen por completo. Lo importante es olvidar el nerviosismo y centrarte en la tarea que estás realizando: concéntrate.

Pon las Cosas en Perspectiva

Nadie a tu alrededor se va a enfadar contigo si terminas la maratón en 4 horas en lugar de 3:45, o si tu test no sale perfecto. Tus amigos, familia y compañeros seguirán valorándote y queriéndote, independientemente del resultado. Ellos comprenden el esfuerzo y la dedicación que has invertido, y para ellos, tu valor no depende de unos minutos más o menos en el cronómetro. ¿Y el resto? ¿A quién le importa? No tienes que demostrar nada a nadie más que a ti mismo.

Controla la Respiración

Tu cerebro escucha cómo respiras. Si detecta que tu respiración se acelera, interpreta que estás estresado y activa los mecanismos fisiológicos asociados al nerviosismo. Detén este proceso controlando tu respiración: disminuye el ritmo y respira profundamente.

Reflejo de Inmersión

Si lo anterior no funciona, prueba con agua fría en la cara. Los mamíferos tenemos un «reflejo de inmersión» que, al notar el contraste del agua fría, envía automáticamente una serie de respuestas fisiológicas que incluyen la conservación de oxígeno y la optimización de la respiración. Esto podría ayudarte a calmarte y relajarte.

Percepción del Estrés

La forma en que interpretas tu nivel de estrés y presión tiene un impacto directo en tu rendimiento. Estudios demuestran que si te hablas negativamente antes de un evento, es probable que los resultados no sean los esperados. Ningún deportista de élite se dice a sí mismo «no puedo» antes de una prueba. Si antes de hablar en público te repites constantemente que no lo harás bien, es probable que no salga bien. Esto se conoce como una «profecía autocumplida»: una idea o predicción que, simplemente por el hecho de creer en ella, acaba materializándose. En lugar de decir «no puedo», cámbialo por «lo haré lo mejor posible», «daré lo máximo» y «puedo con esto y mucho más».

Acepta los Nervios

Cuando los sientas, piensa que es solo tu cuerpo preparándose para la acción. Se está dando cuenta de que no puedes empezar una competición dormido; necesitas energía y que tus músculos estén activados para rendir al máximo. Es absolutamente normal sentirse nervioso antes de empezar, así que, en lugar de enviarte mensajes negativos, dite a ti mismo que es normal, que te estás poniendo alerta para la competición.

Preparación

Si te pones en la línea de salida de una maratón sin haberla preparado adecuadamente, necesitarás suerte. Si te presentas frente a cien personas para dar un discurso sin haberlo ensayado, también necesitarás suerte. Prepararte para la competición o el discurso te permite saber exactamente cómo será el primer kilómetro o las primeras palabras que dirás. Sabes que el primer kilómetro lo correrás 20 segundos más rápido de lo que deberías, o que en la prueba de 1000 metros los primeros 200 serán muy rápidos y luego te ajustarás. Ya lo has previsto, lo has hecho antes, te has preparado.

Activación

Pon tu cuerpo en marcha. Activa tus músculos con trote, skipping, aceleraciones, progresiones, estiramientos dinámicos o incluso burpees si quieres. Esto no solo te ayudará a evitar lesiones, sino que también te preparará mentalmente para la competición y evitará que pases 20 minutos de pie en la línea de salida poniéndote más nervioso.

Deportistas de Élite

La respuesta fisiológica de los deportistas de élite ante los nervios es igual que la del resto de las personas. Todos somos humanos y reaccionamos de manera similar al nerviosismo. Antes del pistoletazo de salida, todos sienten nervios, pero suelen controlarlos y enfocarlos en la competición. Saben que su cuerpo se está preparando para rendir al máximo.



Conclusión

La presión y el nerviosismo son compañeros inevitables en la vida de cualquier deportista, pero no tienen que ser un obstáculo. Al contrario, pueden convertirse en aliados poderosos si aprendemos a manejarlos de manera efectiva. Los deportistas de élite nos enseñan que, con las herramientas adecuadas, es posible transformar esa energía nerviosa en un impulso que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos. Desde la preparación mental y física hasta la aceptación de los nervios, cada estrategia contribuye a que nos presentemos en la línea de salida con confianza y enfoque.

No se trata de eliminar la presión, sino de aprender a utilizarla a nuestro favor. Al aplicar estas técnicas en nuestras carreras y entrenamientos, no solo mejoraremos nuestro rendimiento, sino que también disfrutaremos más del proceso y del desafío que supone competir, ya sea en un evento de élite o en una carrera amateur.

No osbtante, todas estas estrategias, igual que en el deporte, hay que entrenarlas. Con leer este artículo no vas a manejar mejor los nervios, tienes que ponerlo en práctica las estrategias y hacer unas cuantas series :).

Deja que las mariposas en tu estómago salgan y te empujen a sacar lo mejor de ti.


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